jueves, 27 de junio de 2013

...



me conmueve

          (convulsiones de a cuerpo entero)

el repetido preámbulo silente
afán que acuna dos cuerpos

          (y una tercera parte de otro
           ausente)

          (me enternece su falta de forma)

martirio y protocolo
la mas infame de mis querencias
la traición canibal
descabellada

          (despreciada por su dulzura)

mientras se peca
y no se dice
y con poesia
se intentan remediar las llagas. 

1 comentario:

  1. Que ni la poesía remedia aquello que, lo que parece lamer el perro ahora, no es más que un hueso más seco que aquel último adiós, de los que se improvisan a última hora y luego nunca te quieres arrepentir.

    Esa es mi arrogancia.

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